Para sanar no solo se necesita de equipos de alta tecnología, sino también de cosas simples que pueden salvar vidas. Tales son las máscaras, que nos protegen de infectarnos sin saberlo durante una epidemia.
Sin embargo, desde el brote de COVID-19, ha habido una escasez crítica de estos elementos de protección básicos, incluso se ha vuelto muy escaso para los trabajadores de la salud que trabajan «en primera línea» todos los días, expuestos al riesgo de infección. No solo arriesgan su propia salud, sino que también infectan a sus pacientes frágiles como portadores sin síntomas.
La falta de máscaras en hospitales e instituciones sociales plantea un grave riesgo para la salud. Es por eso que la fundación Jakabovics Tibor Fund negoció por espacio de varias semanas con una gran cantidad de proveedores en todo el mundo, y finalmente sin ahorrar esfuerzos, tiempo y dinero logró conseguir máscaras de calidad.
Gracias a esto, el Hospital Kanizsai Dorottya de Nagykanizsa, la que anteriormente la Fundación Tibor Jakabovics donó un laparoscopio, ha recibido una cantidad suficiente de máscaras médicas y máscaras FFP2 de alta protección. Se realizarán más donaciones de la Fundación a hospitales de la provincia de Zala, como el Hospital de Keszthely, que en breve recibirá máscaras o a otros que las necesitan y no logran conseguirlas.
Al mismo tiempo, la Fundación comenzó la fabricación de máscaras tapabocas reutilizables. De esta forma también dará trabajo a personas que han perdido sus empleos debido a la crisis.
03 de marzo de 2020