Con el tiempo envejecemos, pero afortunadamente tenemos nuestro niño interior.
No nos tomamos en serio, solo pasamos un buen rato.
De todos modos: ¡nos encanta jugar!
La construcción de juegos también es un gran juego.
Experiencia con tres niños.
Primera ley: cada área de juegos es un buen patio de juegos.
Primera extensión de la primera ley: todos los kits son juegos infantiles.
Segunda extensión de la primera ley: todos los kits que no existen son también juegos infantiles. Nos imaginamos.
(Hmmm, escribiré un patio de recreo; ahora la tesis pronto).
Entonces cada patio de recreo. Quiere decir, cualquier cosa, en cualquier lugar.
La tierra de nadie. Esta pieza también se ha convertido en cuchillo. Era un estacionamiento ilegal, con césped, flujo de aceite de motor, botellas de agua / cerveza / coca cola descartable, condones condensados.
Vamos a abrir otra puerta ahora. La tierra de alguien
Fue un patio de recreo. Experimento con resultados positivos, lo sé. Era un área de construcción ya ocupada por los pequeños antepasados. Ilegalmente, lo son.
Experimental: hay un baño. El padre no se queda atascado, cruzado con las piernas, durando hasta el final, durante 20 minutos. No ruge con el niño que «ahora está empezando a comprar una casa …». Pero: él solo va a orinar. Siempre que lo necesites Y el niño, también. Hay un pañal Y lavar a mano y agua corriente regular. Mojar las manos (y quién sabe qué más) para limpiar y sed.
Experimental: hay una parte cubierta contra lluvia / día. No tienes que ir a casa. Está bien aquí.
Experimento: hay un lugar de panqueques. El niño trabaja al azar con panqueques, más o menos independientemente de la edad.
Experimental: hay una pantalla de cine. Lienzo liso, proyector. Mal tiempo? ¡Veamos el cuento de hadas! O por la noche, si pudiéramos tener un club de cine para adultos, solo hazlo.
Era un patio de juegos experimental, sin límites. Bebé, niño, adulto y queridos abuelos. Juntos o por separado. Puede ser todo
Es decir, casi todo.
No se puede destruir, fumar, frotar, barrer, beber. No es por eso «.
(Tibor Jakabovics)